La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha mostrado ahora en contra de los confinamientos, así lo ha manifestado David Nabarro, encargado de la institución de la pandemia del coronavirus en Europa, ha pedido a los Gobiernos que no utilicen los confinamientos como método principal para controlar la propagación del COVID-19, ya que las restricciones tienen un efecto negativo en la vida de las personas.
“Los confinamientos sólo tienen una consecuencia que nunca hay que menospreciar y es hacer que la gente pobre sea mucho más pobre”, ha explicado Nabarro.
Además, que ha declarado en qué momento de la pandemia estaba justificada esta medida de aislar a la población, “el único momento en el que creemos que un confinamiento está justificado es para ganar tiempo para reorganizar, reagrupar, reequilibrar los recursos y proteger a los trabajadores de la salud, pero en general preferimos no hacerlo”.
¿Cuándo estaban justificadas las cuarentenas?
Nabarro se refiere a momentos como el que había en el mes de marzo, que sí requería optar por un confinamiento severo de la población para organizarse frente a una pandemia inesperada, sin embargo, en este momento, en la segunda ola de contagios no cree que haya que adoptar esta misma medida, sino que solicita a los diferentes Gobiernos que desarrollen mejores sistemas para controlar la propagación del virus.
El representante de la OMS además ha expuesto cómo los confinamientos han afectado indirectamente a las economías más pobres del mundo.
“Sólo mire lo que le sucedió a la industria del turismo en el Caribe, por ejemplo, o en el Pacífico porque la gente no está de vacaciones. Mire lo que les pasó a los pequeños agricultores de todo el mundo”, ha manifestado Nabarro a una revista británica.