El papa Francisco recordó este domingo el macabro asesinato de 72 migrantes hace diez en San Fernando, en el estado mexicano de Tamaulipas, México.
“Eran personas de distintos países que solo buscaban una vida mejor… El Señor nos pedirá cuentas de todos los migrantes que han caído en el viaje de la esperanza y que han sido víctimas de la cultura del descarte”, señaló el papa Francisco.
Este lunes 24 de agosto se cumplen diez años de esta masacre que hasta el momento, ha sido impune por lo que los familiares de las víctimas siguen pidiendo justicia y la verdad sobre lo que ocurrió.
Los Zetas han sido señalados como los culpables de la masacre que dejo como resultado la muerte de 58 hombres y 14 mujeres, la mayoría de países centroamericanos como Honduras, El Salvador y Guatemala, pero también de Ecuador y Brasil.
En memoria de las víctimas, el día de ayer se instaló un “antimonumento” en forma de 72 frente a la embajada estadounidense en la capital mexicana registrada hace diez años.
Un grupo de personas con ropas de color blanco, autodenominado +72, indicó que esta efigie se instala ante la embajada de EEUU, con el fin que lo vean gobernantes, políticos, turistas y ciudadanos durante su andar por esta calle considerada una de las más transitadas de la ciudad.
De igual manera explicaron que este número que simboliza a las víctimas de esa masacre le han añadido el + para que se tomen en cuenta los miles de migrantes que han sido desaparecidos y asesinados durante su paso por el país con dirección a Estados Unidos.
“Atravesar el territorio mexicano se ha convertido en un viaje peligroso. Pasar por nuestros estados, sea en autobús, tren o caminando, resulta una empresa tan arriesgada que puede costar la salud, la integridad, la vida”, indicaron los organizadores en un comunicado.
Por su parte, las autoridades mexicanas han detenido hasta el momento a unas 80 personas relacionadas con el asesinato de los 72 migrantes de distintos países latinos.
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La masacre de San Fernando, es considerada uno de los casos más icónicos del despliegue de la violencia ligada al narcotráfico en México y a diez años del suceso, se recuerda la impunidad que goza este crimen.