La carrera de Kit Harington ha dado un giro drástico desde su icónico papel como Jon Snow en Game of Thrones, serie que lo catapultó a la fama mundial. Ahora, el actor se adentra en un territorio completamente distinto con Blood for Dust, una película que lo aleja de las heroicas gestas de Westeros para llevarlo al papel de un antagonista en el peligroso mundo del crimen.
En Blood for Dust, Harington asume el papel de Ricky, un traficante de drogas y armas sin escrúpulos, lo que marca un notorio contraste con el personaje que interpretó por ocho años y que era conocido por su integridad moral y valentía.
El nuevo filme, dirigido por Rod Blackhurst, es un thriller de crimen neo-Western que se desarrolla en los fríos parajes de Montana, donde Ricky, retratado con un marcado bigote y una cadena de oro, convence a Cliff (Scoot McNairy) de volver al inframundo criminal luego de que este último pierda su empleo.
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“Rara vez tengo la oportunidad de interpretar a los Rickys de este mundo, villanos de baja calaña y similares. Por eso, me entusiasmó que se presentara esa oportunidad frente a un actor como Scoot”, agregó.
Harington asegura que, desde que Juego de Tronos llegó a su fin, intentó conscientemente alejarse del arquetipo de héroe clásico, y se ha enfocado en personajes con una ética y moralidad más cuestionables. “Eso es lo que aparentemente he estado buscando un poco”, admitió.
“Ya no estoy tan interesado en los papeles de héroe; y si aparecen, deben ser bastante de tipo antihéroe”, argumentó el intérprete. Su interés surge porque hallar motivaciones y empatía hacia ellos le parece más intrigante y satisfactorio que interpretar al típico personaje moralmente incorruptible.