La música ha acompañado a la humanidad en cada paso de su evolución, hoy en día estamos viviendo una revolución sin precedentes gracias a la inteligencia artificial (IA).
En este nuevo horizonte, la tecnología se convierte en una herramienta expansiva para la creatividad, permitiendo explorar territorios sonoros antes inimaginables.
Entrenamos una IA específicamente para que nos diera el resultado que necesitábamos, basándose en el contenido que le proporcionamos, la IA generó la canción dividiéndola en estrofas, coros, pre-coros, y puentes, dándole el sentido que una pieza musical necesita.
La segunda fase fue hacer la música, completamente creada por inteligencia artificial, definimos el tempo, la tonalidad, y los instrumentos que queríamos utilizar, buscando acercarnos a sonidos característicos de diferentes regiones del mundo.
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Esta especificación generó toda la música, y las voces que interactuaban con ella también fueron creadas por IA, sin utilizar samples de otros artistas, son voces puras, alimentadas y entrenadas por IA para luego mezclarlas con la música y obtener la pieza final.
La masterización del tema también se realizó con IA, buscando un sonido contundente, profundo y realista.
Y por último, incluso el diseño de la portada se creó 100% con inteligencia artificial, basándose en los requerimientos y estímulos que le proporcionamos.
La creación de temas como “Gloria” y muchos más ejemplos en todo el mundo con IA plantea preguntas fundamentales sobre el futuro de la música y el papel de la tecnología en el arte.
Este avance tecnológico ofrece nuevas herramientas para los artistas, permitiéndoles explorar territorios sonoros inaccesibles hasta ahora, sin embargo, también abre un debate sobre la autoría y la originalidad en la música generada por IA.