La técnica es una inyección química que emplea naftaleno de litio para reactivar las células de la batería, este proceso ofrece una oportunidad para revitalizar las baterías que han visto disminuida su eficiencia debido al uso prolongado.
La técnica no es aplicable en baterías que han sufrido daños físicos, sin embargo, esta innovación podría significar una notable reducción en la generación de desechos electrónicos, alargando la vida de millones de dispositivos electrónicos y contribuyendo de manera importante a la movilidad sostenible.
Esta propuesta de los científicos japoneses no solo aumentaría considerablemente la durabilidad de las baterías de iones de litio sino que también conservaría este beneficio luego de 100 ciclos de carga y descarga.
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Aunque el equipo ha mostrado un optimismo cauteloso respecto a sus resultados, han subrayado la necesidad de seguir investigando para comprender de manera exhaustiva las implicaciones de largo plazo de esta técnica y su potencial aplicación en diversos sectores.
Este avance representa un paso significativo hacia la sostenibilidad y la eficiencia en la gestión de recursos.
La industria tecnológica y automotriz se enfrenta actualmente a desafíos importantes en relación con el impacto ambiental de sus productos y la creciente demanda de soluciones sostenibles.
La posibilidad de prolongar la vida útil de las baterías de iones de litio tiene el potencial de transformar estas industrias, reduciendo la necesidad de materiales para nuevas baterías y disminuyendo la generación de residuos electrónicos.