Más de la mitad de las especies terrestres habitan aquí, en el Amazonas, el pulmón verde más extenso del planeta, se esparce a lo largo de nueve naciones sudamericanas, cubriendo un área estimada entre 6,21 y 6,56 millones de kilómetros cuadrados. Su inmensidad es tal que, de ser una nación, ocuparía el noveno lugar por su vastedad.
Este ecosistema, que constituye más del 80% del bioma amazónico, es un crisol de biodiversidad animal, pero el Amazonas no solo es refugio para una diversidad de flora y fauna; también es el hogar de comunidades indígenas aisladas del contacto externo. Aunque algunas han emergido buscando apoyo de las autoridades contra la invasión ilegal de corporaciones, se estima que existen aún sobre decenas de tribus desconocidas para el mundo exterior.
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Un futuro incierto
El problema es que, hasta el 47 % de la Amazonia podría colapsar y desaparecer en 2050, ya que en un reciente estudio publicado en Nature ha abordado los posibles umbrales críticos que podrían conducir a la irreversible transformación de la selva amazónica. La investigación, con la colaboración del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), proyecta que para el año 2050, un alarmante 10 a 47% del Amazonas podría sufrir cambios irreversibles, llevando a su posible desaparición.
Encarni Montoya, investigadora del CSIC y parte del equipo, enfatiza la importancia de este estudio: “El propósito era discernir nuestra proximidad a transgredir los límites seguros para el más extenso bosque tropical del planeta”.
Actualmente, los niveles de deforestación y degradación en el Amazonas ya han superado los umbrales seguros, con un punto de no retorno fijado en una deforestación acumulada del 20%. Sin embargo, el equipo de investigación ha establecido un límite seguro en el 10%, aunque este ya ha sido excedido con un 13%.