TECNOLOGÍA. – Meta ha implementado este mes una suscripción sin publicidad a Facebook e Instagram de pago, limitada a los usuarios de los países miembro del Espacio Económico Europeo y Suiza
La organización de protección de la privacidad Noyb ha presentado una denuncia ante la autoridad austriaca de protección de datos contra Meta por prácticas que podrían estar infringiendo la legislación europea de protección de datos.
Según sus alegatos, la empresa estaría violando el Reglamento General de Protección de Datos al cobrar a los usuarios que opten por no ser objeto de seguimiento para dirigirles publicidad personalizada.
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Asimismo, ya que responde a las regulaciones europeas recogidas en el Reglamento General de Protección de Datos y la Ley de Mercados Digitales.
Estas suscripciones tienen un costo de 9,99 euros al mes si se contrata para su uso en la web y de 12,99 euros mensuales en iOS y Android (debido a las tasas que cobran las tiendas de aplicaciones de Apple y Google).
No obstante, mantiene la opción de continuar utilizando estas plataformas de forma gratuita, pero con la aparición de anuncios en el feed “que sean relevantes” para los usuarios, como explicó la compañía.
Qué dice Noyb
Noyb sostiene que esta práctica es completamente ilegal y va en contra de los principios del Reglamento General de Protección de Datos, que estipula que cualquier consentimiento para el uso de datos personales debe ser libre e informado.
El Gdpr estipula que el consentimiento de los usuarios para el tratamiento de sus datos debe darse de manera voluntaria.
Creen, además, que el caso de Meta puede motivar a otros actores de la industria a ofrecer opciones similares, haciendo que proliferen los servicios de uso gratuito y publicidad personalizada con opción a pagar para eliminar dicha publicidad.
“Si Meta se sale con la suya, los competidores pronto seguirán sus pasos. Dado que un teléfono medio tiene 35 aplicaciones instaladas, mantener su teléfono privado pronto podría costar alrededor de 8.815 euros al año”, apuntan desde Noyb.
Según Meta, esta suscripción es precisamente una forma de cumplir con la legislación de la Unión Europea (UE) sin alterar su modelo económico.