No hay duda de que todos hemos observado a varios perros perseguir y ladrar desesperadamente a los vehículos, bicicletas y motocicletas.
Curiosidades. Los vehículos, bicicletas y motocicletas son algunas de las unidades de transporte más perseguidas y ladradas por los perros, pero esto no significa que lo hacen por molestar al conductor o sin razón aparente.
En lo que respecta a esta acción por parte del perro, este responde a un instinto de defensa que es una de las características de los caninos; por ello, siempre están dispuestos a proteger a los suyos y atacarán a cualquiera que intente agredirlos.
Por otra parte, las unidades de transportes más ladradas por los perros son las motocicletas y bicicletas en movimiento, pero cuando estas se detienen, los canes siguen con el mismo comportamiento hacia el conductor, hasta que se distraen con otra actividad. En ese caso, el animal cree que el objeto extraño ha llegado a invadir su territorio y su único mecanismo de defensa es amedrentar a las personas mediante sus ladridos.
De igual manera, el acto de ladrar no es lo único que hacen los perros para mantenerse a salvo, pues también persiguen a los supuestos invasores. Por parte del perro al ver que las unidades y personas se alejan de su lugar, suponen que su accionar ha tenido éxito.
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En torno al ladrido que emite un perro es un medio de comunicación activa con el resto de los seres vivos que lo rodean, entre las que se encuentran los humanos. Además, en su mayoría, los canes ladran cuando afrontan una situación que no es usual para ellos o cuando sienten incomodidad.
Asimismo, este comportamiento tiene solución, sin embargo, tomará años en que el animal aprenda a identificar que las personas o automóviles no les harán daño. Esto con el objetivo de evitar los accidentes, como caídas del conductor o atropellos hacia los perros que buscan el avance de la unidad.
De esta forma, para hacer que un perro deje de ladrar, no se le tiene que gritar, ya que esto hará que piense que su dueño también está ladrando y ladrará aún más fuerte. Según los expertos, uno de los métodos más sencillos para evitar ese lenguaje y comportamiento, es acariciar al perro y darle atención. Si el perro ve que todo está bien, se calma su frustración y el miedo se van.
Para finalizar, como dato curioso, se estima que en el mundo hay más de 700 millones de perros.
REDACCIÓN: NICOLE VARELA
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