El primer ministro británico, Boris Johnson, explicó este 11 de mayo del 2020, en el Parlamento, su plan de desconfinamiento, esbozado la víspera en televisión, ante una oposición preocupada por un mensaje que consideran contradictorio y peligrosamente confuso.
Tras el muy esperado discurso del líder conservador a la nación difundido el 10 de mayo por la noche, su gobierno debe publicar un documento de 50 páginas con el detalle sobre lo que avanzó Johnson, y sobre lo que no mencionó como qué sucederá con las ligas de fútbol profesional.
El Reino Unido es el país europeo más golpeado por el coronavirus, con unos 32 000 muertos, y el segundo del mundo por detrás de Estados Unidos, cuya población (327 millones) es casi cinco veces superior y registra cerca de 80,000 decesos. Ante las graves consecuencias económicas del confinamiento impuesto el 23 de marzo, el Banco de Inglaterra prevé una caída del 14% del PIB-, el gobierno decidió llamar a sectores como la construcción y la manufactura a retomar el trabajo a partir de este lunes.
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Pero al despuntar el día, el ministro de Relaciones Exteriores, Dominic Raab, rectificó y dijo que sería el miércoles, agregando confusión. “Deberían ir a trabajar si no pueden trabajar desde casa”, instó simplemente el primer ministro. El tráfico en el metro de Londres era a primera hora 10% superior a hace una semana, explicó el alcalde Sadiq Khan a la BBC, pero aún un 99% inferior al mismo periodo del año pasado.
Y es que Johnson pidió evitar el transporte público, no habló del uso de mascarillas u otro material de protección y no explicó cómo deben adaptarse los lugares de trabajo para lograr el distanciamiento físico. Los sindicatos se oponen a que los empleados regresen hasta que se garantice la seguridad. “Habrá una guía, hemos estado trabajando con los empleadores para asegurarnos de que se pueda hacer de manera segura”, aseguró.