El Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York ha recibido una gran cantidad de llamadas poco después de las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en las que sugirió que la inyección de productos como cloro, Lysol y otros productos de limpieza en vena podría ayudar a tratar el coronavirus.
Los expertos rotundamente han desaconsejado esta práctica ya que «no tienen ningún soporte científico ni sentido sanitario».
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El Centro de Control de Envenenamientos manejó por teléfono 9 casos por exposición al Lysol, 10 relacionados con cloro y 11 con otros productos de limpieza del hogar, no especifica qué tipo de exposición hubo, si fue por contacto con la piel o ingeridos, lo que sí es que ninguno requirió de admisión a un hospital ni desembocó en ningún fallecimiento.
Reckitt Benckiser, por parte de la compañía británica que fabrica el desinfectante Lysol, se ha dirigido este viernes en declaración es para negar que se pueda ingerir o inyectar el producto. «Como líderes globales en productos de higiene y para la salud debemos dejar en claro que, bajo ninguna circunstancia, nuestros productos desinfectantes han de administrarse en el cuerpo humano».
De misma manera Stephen Hahn, comisionado de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), ha dicho «ciertamente no recomendaría la ingestión de un desinfectante». Y que le preocupa que muera gente por esto.