Por 15 años consecutivos, Honduras ha quedado fuera de los 215 millones de dólares destinados al desarrollo del país, tras reprobar en varios indicadores clave en la Cuenta del Milenio.
El control de la corrupción fue el factor determinante, evaluando el uso del poder público para beneficios privados y la capacidad de prevenir y combatir prácticas corruptas.
A pesar de un aumento del 6% en comparación con 2023, pasando del 9% al 15%, Honduras sigue estando muy por debajo del 50% necesario para aprobar este indicador.
Además, el país reprobó en áreas esenciales como acceso a la información, efectividad del gobierno, imperio de la ley, gasto en educación, tasa de vacunación, acceso al crédito y la tasa de finalización de la educación secundaria en niñas.
Estos resultados subrayan las debilidades estructurales en el sistema gubernamental y social.
El control de la corrupción sigue siendo el obstáculo principal para desbloquear los fondos, lo que resalta la necesidad urgente de reformas políticas y sociales en Honduras.
Sin un cambio significativo, el país continuará perdiendo oportunidades de desarrollo y crecimiento económico, lo que limita las posibilidades de mejorar la calidad de vida de su población.
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