La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó este miércoles (18.09.2024) por mayoría (124 votos a favor, 14 en contra y 43 abstenciones) una resolución para exigir el fin de la ocupación en Palestina por parte de Israel, para lo cual da un plazo de doce meses. La resolución, no vinculante, fue muy criticada por Israel, que la calificó de «cínica”.
La resolución sigue el dictamen de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que en julio, al examinar la ocupación israelí desde 1967 a petición de la Asamblea General, determinó que «la presencia continuada de Israel en los Territorios Palestinos Ocupados es ilegal» y que Israel tiene «la obligación (de) ponerle fin (…) lo antes posible».
El texto aprobado por la Asamblea «exige» que Israel «ponga fin sin demora a su presencia ilegal» en los territorios palestinos y que lo haga «a más tardar doce meses después de la aprobación de la presente resolución». También «exige” la retirada de las fuerzas israelíes de los territorios palestinos, la paralización de nuevos asentamientos, la devolución de las tierras y propiedades confiscadas y la posibilidad de retorno de los palestinos desplazados.
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Lenguaje duro
El lenguaje de la resolución, esta vez muy duro con Israel, no ha convencido a países de peso como Canadá, Australia, India, Suiza o numerosos europeos que optaron por abstenerse. En consecuencia, la resolución aprobada logró menos consenso que la que fue votada el pasado mayo en la misma Asamblea en favor de la membresía plena del Estado palestino en la ONU: entonces la apoyaron 143 países y solo nueve votaron en contra.
El texto aprobado pide además a los Estados miembros que tomen medidas para poner fin a las importaciones procedentes de los asentamientos y al suministro de armas a Israel si hay motivos «razonables» para creer que podrían utilizarse en los territorios palestinos. Asimismo, propone adoptar sanciones contra quienes participen en «el mantenimiento de la presencia ilegal de Israel» en los territorios palestinos.
Poco después de la votación, el embajador de Israel ante la ONU, Danny Danon, declaró que «quienes contribuyen a este circo no son meros espectadores», sino «colaboradores», y aseguró que «cada voto en apoyo de este circo alimenta la violencia y anima a quienes rechazan la paz”. El Ministerio de Exteriores israelí, en tanto, calificó de «cínica” y «distorsionada” la resolución.
«Así es la política internacional cínica», dijo el portavoz del ministerio, Oren Marmorstein, en la red social X (Twitter). «Una decisión distorsionada que está desconectada de la realidad, alienta el terrorismo y perjudica las posibilidades de paz», añadió.
CON INFORMACIÓN DE EFE, AFP Y