Los dos Grandes Premios de Fórmula 1 que restan antes del receso de Verano son los importantes para el piloto mexicano Sergio «Checo» Pérez, porque, literalmente, de ellos depende su futuro en el equipo Red Bull y la máxima categoría.
¿Qué debe hacer Checo Pérez y qué debe evitar para que el Gran Premio de Hungría del 21 de julio y el de Monza del 28 de julio sean existosos?
Estos son los puntos clave para Checo Pérez en el Hungaroring:
Checo no debe pensar en la mala racha, la presión y rumores: Aunque seis Grandes Premios sin los resultados deseados y una tremenda crisis de puntos, que le ha traído solamente 15 unidades en ese lapso, son una piedra muy pesada, Checo Pérez debe concentrarse en lo que puede mejorar y en que el pasado ya no se puede cambiar.
Checo no debe calificar mal: La importancia de la sesión de calificación en la Fórmula 1 es cada día mayor. El tamaño de los autos, el ancho de las pistas, la aerodinámica y lo cerca que ya están en desarrollo todos los monoplazas hace casi imposible que se vea una remontada épica de 12 o 15 lugares durante una carrera.
Checo no debe ser el último de los 8 autos contendientes: En la F1 actual, al menos hasta la duodécima carrera, después nadie puede garantizar nada, hay cuatro equipos con autos capaces de llevarse la victoria en un GP: Red Bull, McLaren, Mercedes y Ferrari. Esos ocho pilotos están obligados a mantener un bloque cerrado para no se inmiscuya entre ellos alguien del resto. Si eso sucede alguno de ellos o varios habrán fallado.
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Checo debe encontrar la puesta a punto y el balance del RB20: Las crisis de Checo Pérez en Red Bull se han convertido en algo cíclico. Inicia bien la temporada con un armonía y confianza en el auto y conforme avanza el calendario, concretamente después del GP de Miami, empiezan los problemas.
Checo Pérez debe estar pegado a Max Verstappen: Esto es como la misión imposible, aunque Checo Pérez ha podido hacerla en el pasado. Entre más cerca esté Pérez de Verstappen en cada sesión, principalmente las que cuentan, es decir, Q1, Q2, Q3 y carrera, Checo Pérez puede garantizar que habrá cumplido con creces en Hungría.
El problema es que Verstappen vive un estado de gracia. Su manejo roza la perfección, su confianza lo blinda ante cualquier vicisitud y es capaz de poner al RB20 delante del McLaren, que hoy mismo es el auto más veloz de la F1.
Checo Pérez debe subirse al podio: Se dice fácil, pero llegar a la premiación de los himnos es cada vez más complejo. Un triunfo sería como una limpia, como dejar la tarjeta de crédito en ceros, pero la realidad es que un podio ya representaría un cambio en la tendencia y un receso en las plumas de sus críticos.
Esto parece más un deseo que un argumento, pero si Checo cumple con los primeros cinco puntos, sobre todo el último, el podio será el premio y consecuencia que lo haga, por tercer año consecutivo, sacar la cabeza del agua que casi lo ahoga en estos momentos.