El diseño innovador de EELS toma inspiración en la serpiente, debido a que estas adoptan una forma y funcionalidad que le permite navegar con agilidad por terrenos complejos y acceder a regiones inexploradas donde otros robots o humanos no pueden llegar.
Este descubrimiento ha alimentado las teorías que postulan la presencia de ambientes habitables fuera de la Tierra, colocando a la luna de Saturno en el punto de mira de investigadores y científicos.
Con una longitud de 4.4 metros y un peso de 100,000 gramos, este robot incorpora avanzadas tecnologías que le confieren una autonomía y capacidad de operación en contextos de alto riesgo, siendo clave su estructura modular que le permite continuar funcionando incluso tras sufrir daños.
Este proyecto aspira a adentrarse en los misterios de Encélado, una de las lunas de Saturno, conocida por sus extensos océanos subterráneos, lo que representa un campo fértil en la búsqueda de vida extraterrestre.
Encélado se ha erigido como un objetivo científico de primer orden gracias a las evidencias recogidas por la misión Cassini, que sugieren la presencia de agua en estado líquido bajo su helada superficie.
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¿Qué se pretende con el robot serpiente de la NASA?
Este proyecto interinstitucional no solo representa un avance crucial en la exploración espacial y en la astrobiología, sino que también destaca por su enfoque multidisciplinario.
La colaboración entre ingenieros, biólogos y astrofísicos ha sido fundamental para el diseño de EELS, integrando conocimientos que van desde la robótica avanzada hasta la ciencia planetaria.
La ambición de este proyecto trasciende la misión específica en Encélado, buscando aportar nuevos conocimientos sobre la fisionomía de cuerpos celestes con ambientes extremos y, potencialmente, sobre la existencia de vida más allá de la Tierra.