Curiosidades. – En los últimos años se ha demostrado a través de varios estudios que la aplicación musical para el aprendizaje puede ser posible si el maestro lo implementa en las aulas de forma correcta.
La educación se ha basado desde el principio en la transmisión de conocimientos de forma jerárquica y con el orden de los libros.
No obstante, hoy en día se cuenta con técnicas, herramientas y estrategias que hacen que esa transmisión sea de mayor interés para el alumno, favoreciendo una participación activa e incluso el aprendizaje autónomo.
Según la investigación, «La música como estrategia pedagógica», de la Universidad Técnica de Manabí, Ecuador, la música cumple una función muy importante, favorece el desarrollo socioafectivo del niño.
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Es decir, aprende a diferenciar lo que hay en su entorno y la capacidad para una mayor y mejor participación en el aula.
Otro de los estudios que respalda el uso de la música en el aprendizaje cotidiano se muestra en el libro Evaluación del y para el aprendizaje: instrumentos y estrategias, publicado en 2020 por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En su capítulo ocho, “Demostración”, Las autoras del apartado recalcan que el método de aprendizaje de la demostración es multidisciplinario, por lo que elaborarla implica un esfuerzo multidisciplinario.
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Puntos positivos de la música en el aprendizaje
Las aplicaciones de la música en el aprendizaje no sólo se han quedado en propuestas teóricas, sino que también se encuentran nuevos modelos diseñados para su aplicación y adaptación a diferentes materias, así como estudios con prácticas aplicadas a diversos rangos de edad.
En las investigaciones se ha determinado que el aprendizaje a través de la música constituye una propuesta formativa hacia la construcción crítica, reflexiva e integral del conocimiento, al mismo tiempo que genera e impulsa el conocer, ser, hacer y convivir, en función de habilitar en el estudiante una posibilidad de mejorar la calidad de vida, tanto individual como colectiva.
Asimismo, complementa que las y los maestros no necesitan ser expertos en música para efectivamente enseñar con y a través de ella, lo cual abre un espacio de oportunidades para usarla en los salones de clase.
En la actualidad se han creado grabaciones musicales con una función específica en la mente denominada música intencionada, las cuales pueden ser utilizadas como herramientas por los docentes en determinadas actividades específicas como la concentración, motivación, relajación, entre otras.