INTERNACIONALES.- Antonia Araújo de Sousa, de 52 años, fue asesinada con un tiro en la cabeza el 29 de septiembre cuando salió temprano de su casa, en un barrio en la zona oeste de Boa Vista, capital del amazónico estado brasileño de Roraima, para ir a trabajar.
La Policía lanzó este lunes una operación para detener al exsenador Telmário Mota, de 65 años, sospechoso de participar en el crimen de Antonia, con quien tenía una hija en común que lo había denunciado por violación.
En agosto de 2022, la adolescente denunció que su progenitor intentó tocar sus partes íntimas y arrancarle la ropa. Según su relato, se puso en contacto con él para celebrar el Día del Padre y Mota le dijo que la llevaría al lago.
La joven contó que su padre –todavía senador– le forzó a entrar en un vehículo, a beber alcohol y le quitó el celular.
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Él negó las acusaciones y afirmó que se trataba de una persecución política. El caso fue registrado como violación de persona vulnerable ante la Policía Civil y una jueza interpuso una medida de protección a favor de la adolescente.
Un año después, la joven, con la ropa cubierta de sangre, explicaba a la Policía cómo habían asesinado a su madre a quemarropa.
Una reunión en una finca
Los agentes intentan localizar a un sobrino de Mota, identificado como Harrison Nei Correa Mota, y a Leandro Luz da Conceição, sospechoso de ejecutar el asesinato y a quien también se busca por la muerte de la empresa Joicelene Camilo dos Reis, en 2019.
Según Rede Amazónica, que tuvo acceso al informe de la investigación, del que se hace eco G1, Mota habría dado la orden a su sobrino de ejecutar el homicidio de Antonia durante una reunión en una finca de su propiedad.
La motocicleta que se utilizó en el crimen fue comprada por el sobrino de Mota por 4.000 reales (unos 800 dólares).
Otras polémicas
Em 2015, Telmário Mota fue acusado de agresión por María Aparecida Nery de Melo, una joven que entonces tenía 19 años y con quien mantenía una relación desde los 16.
Nery de Melo afirmó que durante el tiempo que estuvo con él hubo agresiones y amenazas. Su mandato como senador (de febrero de 2015 a enero de 2023) estuvo marcado por sonadas polémicas, entre las que destaca una acusación por participar en peleas de gallos.
Tampoco se libró de los escándalos la esposa de Mora, la doctora Suzete Oliveira, que fue condenada en 2016 en segunda instancia a seis años y ocho meses de prisión por malversación de fondos públicos. Se entregó a la Policía en mayo y ese mismo mes fue puesta en libertad, después de que una jueza le concediese un hábeas corpus.