La vorágine de violencia parece envolver cada vez a una Honduras que se enceguece en el destello de un relámpago.
NACIONALES-La vorágine de la violencia no se detiene en Honduras a pesar de estar en vigencia un estado de excepción, que suspende ciertas garantías a la ciudadanía en general y permite a los cuerpos de seguridad actuar con libertad para combatir la criminalidad, continúan suscitándose la muerte de personas en distintas zonas del país.
En diciembre del año pasado, el gobierno implemento un estado de excepción el cual se ha ido prorrogando y ampliando para poder combatir los grupos criminales en el país, los cuales, de acuerdo a criterio de la ciudadanía, no le tienen miedo a la autoridad, por lo contrario, pareciera que están retando a las autoridades.
LEA: Masacre en el río de Choloma deja tres jóvenes muertos
De acuerdo al Observatorio de la Violencia, se registran a la fecha 31 masacres, con un saldo de muertes de 63 personas, hechos criminógenos que aun en su mayoría no se han esclarecido.
De acuerdo a Migdonia Ayestas, La directora del Observatorio de la Violencia del Instituto Universitario Democrático, Paz y Seguridad, estas cifras de muertes y masacres son preocupantes, pues señala que estas masacres se han incrementado en un 13 por ciento en relación al año anterior, asimismo el número de muertes se ha incrementado en un 72 por ciento.
TE PUEDE INTERESAR: Masacres en Honduras: Una marca de impotencia y dolor en el país
Ayestas reseñó que el pasado año, la tasa de homicidios cerró en 38.2 por ciento por cada 100 mil habitantes, pero, el año 2023, hay más homicidios múltiples con menores y mujeres como víctimas, deploró.
La violencia y la inseguridad en nuestro país es compleja, pues sigue ligada a una serie de factores como la pobreza, la desigualdad social, la falta de oportunidades económicas, la corrupción y la presencia de grupos delictivos y organizados en el país.
Estos factores influyentes, alimentan la violencia que ha afectado profundamente a la población hondureña, factores sobre los cuales el gobierno debe trabajar para reducirlos y brindar un estadio de seguridad.
REDACCIÓN: DERIS ISAULA