El policía que mató a un joven en Nanterre, Francia, dice estar «profundamente devastado» y pide perdón ante este hecho que ha desatado una rebelión de los franceses.
INTERNACIONALES.– El policía que le disparó a Nahel, el joven de 17 años fallecido el martes en Nanterre, un barrio a las afueras de París. Actualmente, en prisión preventiva, ha trascendido poca información sobre él, pero sí se sabe que tenía 38 años, es padre de familia, llevaba varios años en servicio y había recibido algunos reconocimientos por su trabajo en la Policía Nacional.
Actualmente, trabajaba en la Dirección Territorial de Tráfico en Altos de Sena, departamento al que pertenece Nanterre. Según una cadena loca, había recibido algunas distinciones por su trabajo durante la crisis de los chalecos amarillos, el movimiento de protesta que marcó el primer mandato de Emmanuel Macron.
En el vídeo que registró lo sucedido y que circuló el martes por las redes se ve cómo el agente apunta con un arma al interior del coche donde va Nahel en un control. El vehículo emprende la marcha y ahí es cuando dispara. Es este mismo agente el que le practica los primeros auxilios al joven. Este muere «por un único tiro que le atraviesa el brazo izquierdo y el torax de izquierda a derecha», según el relato del fiscal.
En sus declaraciones, el policía ha justificado su actuación en «la voluntad de evitar una nueva fuga del vehículo y por el peligro del comportamiento del conductor». También ha dicho que «tenía miedo que alguien fuera atropellado» o de que su compañero o él fueran atropellados o heridos por el movimiento del coche.
El fiscal ha aclarado, sin embargo, que «no se reunían las condiciones para el uso del arma reglamentaria». Los sindicatos de Policía han criticado al Gobierno por no haber respetado la presunción de inocencia de su compañero. El prefecto de la Policía de París, Laurent Nuñez, señaló en un primer momento que el agente «tenía la confianza de la jerarquía».
Se ha tratado de proteger su identidad para evitar que su familia sufra represalias, aunque varias personas publicaron su dirección en redes sociales y ya han sido condenadas. El agente está acusado de homocidio voluntario. El miércoles quedó bajo custodia policial, el fiscal solicitó el jueves su ingreso en prisión preventiva y fue encarcelado esa misma tarde.
Su abogado ha dicho en televisión que su defendido «no tenía intención de matar al chico», que «se encuentra devastado» y pide perdón a su familia. «No se levanta por las mañanas pensando en matar a la gente. Él no quería matarle», justificó su letrado, Laurent Franck Liérnard.