La sensación dolorosa de los calambres en las piernas durante la noche, pueden hacerte perder el sueño, pero no desesperes, aquí te diremos como evitarlo.
SALUD.-Los calambres musculares son contracciones o espasmos súbitos, involuntarios en uno o más músculos, según la definición de la enciclopedia médica MedlinePlus. Estas molestias son comunes y, por lo general, ocurren después de realizar ejercicio.
“Algunas personas tienen calambres musculares, especialmente en las piernas, por la noche. Pueden ser dolorosos y durar de unos segundos a varios minutos”, anota la fuente consultada.
Si bien los calambres pueden afectar cualquier músculo, ocurren con mayor frecuencia en las siguientes zonas del cuerpo:
- Muslos.
- Pies.
- Manos.
- Brazos.
- Abdomen.
- A lo largo de la caja torácica.
Los calambres ocurren por numerosas causas. El servicio de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos relaciona la mayoría de casos con tensar u ocupar demasiado un músculo, compresión de los nervios, deshidratación, bajos niveles de electrolitos —como magnesio, potasio o calcio—, músculos con poca irrigación sanguínea, embarazo, ciertos medicamentos y someterse a diálisis.
Sin embargo, hay casos en que los causas de los calambres son desconocidas. Por esta razón, si la persona es propensa a sentir estas molestias, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud para realizar los estudios pertinentes.
Calambres nocturnos en las piernas
Mayo Clinic recoge que, la mayor parte del tiempo, se desconoce la causa de los calambres nocturnos en las piernas. No obstante, indica que es probable que se deban a un cansancio en los músculos y problemas nerviosos.
Así mismo, agrega que el riesgo de padecer calambres nocturnos en las piernas se incrementa con la edad. Las personas embarazadas también son más propensas a tenerlos.
“A veces se confunde el síndrome de las piernas inquietas con los calambres nocturnos en las piernas, pero son afecciones diferentes. El síntoma más frecuente del síndrome de las piernas inquietas es la necesidad de mover las piernas al quedarse dormido. El síndrome de las piernas inquietas no suele ser doloroso, y los síntomas duran más que los calambres nocturnos en las piernas”, expone Mayo Clinic.
Si bien los calambres constituyen una molestia común, es clave prestar atención a las señales de alarma. MedlinePlus sugiere acudir al doctor, si se cumplen los siguientes escenarios:
- Los calambres son severos.
- Ocurren a menudo.
- No mejoran con estiramientos y beber suficiente líquido.
- Duran mucho tiempo.
- Vienen acompañados de hinchazón, enrojecimiento o sensación de calor.
- Están acompañados de debilidad muscular.
¿Cómo prevenir y aliviar los calambres?
Por lo general, los calambres musculares no requieren de un tratamiento especializado, de manera que basta con aplicar algunos cuidados básicos para aliviar la molestia y prevenir nuevos dolores. Estas son las medidas clave para aliviar las molestias causadas por los calambres. Así mismo, contribuyen a prevenir que los dolores se sigan presentando, especialmente en las noches:
- Estirar o masajear suavemente el músculo.
- Aplicar calor cuando el músculo está tenso y hielo cuando el músculo le duele.
- Beber más líquidos, en caso de presentar deshidratación.
En ese orden de ideas, es recomendable estirar los músculos, sobre todo antes de hacer ejercicio. “Si tiene calambres en las piernas por la noche, estire los músculos de las piernas antes de acostarse”, sugiere MedlinePlus.
Si los cuidados básicos no alivian los calambres nocturnos, lo más conveniente es acudir a un médico, pues podría tratarse de un problema de salud más complejo.
Mayo Clinic cita algunas afecciones que pueden estar relacionadas con estos: insuficiencia renal aguda, enfermedad de Addison (insuficiencia suprarrenal), trastorno por consumo de alcohol, anemia, nefropatía crónica, cirrosis, deshidratación, hipertensión, hipertiroidismo, hipoglucemia, hipotiroidismo, falta de actividad física, consumo de algunos medicamentos, enfermedad de Parkinson, enfermedad arterial periférica, diabetes, entre otras.
Teniendo en cuenta los múltiples factores que pueden derivar en el desarrollo de calambres nocturnos, un diagnóstico preciso es esencial para dar inicio al tratamiento más adecuado.
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REDACCIÓN: ÁNGELES OCHOA
