La prestigiosa ONG, Prisoners Defenders, dio a conocer un detallado estudio en el que reporta las condiciones dramáticas en que viven 181 presos políticos por oponerse a la dictadura castrista.
INTERNACIONALES.– La ONG Prisoners Defenders publicó su primer estudio integral sobre la tortura en Cuba. En un documento de 271 páginas, detalla la situación de 181 detenidos, tomando como universo las personas que han estado en la lista de presos políticos en los últimos 12 meses.
La cifra total de personas que están o estuvieron en tal condición es de 1.277 si se considera el período que va desde abril de 2022 hasta marzo de 2023, según datos de la propia organización.
La metodología combinó métodos cuantitativos (cuestionarios de preguntas cerradas) y cualitativos (preguntas abiertas, entrevistas en profundidad e investigación) sobre el estado legal, físico y psicológico de los presos políticos estudiados, incluyendo información referente a hechos de tortura, y tratos inhumanos y degradantes contra los procesados.
El informe es contundente al señalar que, de los 181 casos analizados, todos sufrieron torturas y maltratos. Además, se pudo documentar al menos 15 patrones:
- Privación de la atención médica entre los presos políticos.
- Trabajos y tareas forzados no propias de su condición de procesado o condenado penal.
- Patrones posturales altamente incómodos, dañinos, degradantes y prolongados.
- Confinamientos de castigo en solitario prolongados.
- Uso de la temperatura como mecanismo de tortura.
- Agresiones físicas.
- Conducción de forma anormal a localizaciones desconocidas para reos y familiares.
- Desorientación intencionada.
- Privación de líquidos y/o alimentos.
- Privación del sueño intencional.
- Privación de comunicación con familias, defensa y allegados.
- Amenazas para ellos, su integridad, su seguridad y la de sus seres queridos.
- Despliegue o exhibición amenazante de armas o elementos de tortura.
- Sometimiento intencionado a angustia, pesar o incertidumbre por la situación de un familiar.
- Humillación, degradación y maltrato verbal.
La tortura en Cuba desde el 11 de julio de 2021
El estudio recuerda que el Estado cubano tiene un extenso historial de violaciones de Derechos Humanos, las cuales acomete con carácter sistemático y generalizado sobre diversos sectores de la sociedad civil, especialmente los que se reconocen como disidentes o disconformes con el sistema.
“La tortura, metodológica y extendida sobre grupos de individuos, es una de las violaciones de derechos humanos comunes en la isla, hecho que viene siendo reportado por numerosísimos casos que han sido verificados y adoptados por Naciones Unidas, la CIDH, y por ONGs de todo el mundo”, enfatizó Prisoners Defenders.
Y siguió: “Aunque Cuba ha firmado y ratificado la Convención de las Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes desde 1995 y hasta la fecha, no ha sido compatibilizada su legislación penal interna en un grado mínimo y necesario para sancionar conductas relativas a este flagelo, contraviniendo el artículo 4.1 de la Convención”.
Luego recordó que el 11 de julio de 2021 y días posteriores se produjeron una serie de manifestaciones de carácter pacífico, que comenzaron en el municipio de San Antonio de los Baños sobre las 10:00 de la mañana y se extendieron rápidamente a todo el país.
“A raíz de estas protestas masivas, conocidas como 11J, Cuba ha exhibido los índices de represión más altos registrados en décadas con miles de detenciones arbitrarias, centenares de convictos de conciencia, así como centenares de reportes de torturas, especialmente contra activistas, opositores y sus familiares, pero también contra los civiles manifestantes que fueron procesados por ejercer la libertad de expresión pacíficamente, y contra sus familias”, denunció el informe.
Los números del estudio
- Se analizaron 181 casos.
- 168 casos tabulados mediante un formulario homogéneo.
- Cuatro casos con dobles nacionalidades.
- 15 tipos de torturas.
- 80% con más de cinco torturas.
Las torturas más comunes y generalizadas
- Privación de comunicación: 83,93%.
- Humillación, degradación y maltrato verbal: 75,60%.
- Privación de atención médica: 72,62%.
- Agresiones físicas: 67,86%.
- Confinamientos de castigo en solitario: 60,71%.
La ONG indicó que todas estas formas de tortura son aplicadas de forma “generalizada y sistemática, sin ninguna limitación, salvo (podemos intuir) la objeción de conciencia de algunos mandos o guardias que no actúen del mismo modo que otros”.
“Es, en efecto, alarmante que todas las torturas más comunes son, si las analizamos, un conjunto de herramientas sencillas y directas, y que no requieren excesiva necesidad de control, para ir degradando la psique y el cuerpo de los rebeldes que se atreven a opinar distinto con el lógico fin de quebrarlos y dejarles secuelas que los limiten, además, en caso de que algún día salgan de prisión”, manifestó la organización.
Menores
Este ítem es quizás uno de los más crudos del informe dado que hace referencia a los menores de edad torturados en Cuba.
“Del conjunto de 181 víctimas de torturas y malos tratos estudiados, cuatro son menores de edad en el momento de la detención y mientras se producen las torturas (Jonathan Torres Farrat, Gabriela Zequeira Hernández, Brandon David Becerra Curbelo y Cristian Enrique Salgado Vivar), y 22 de ellos (12%) tienen 21 años o menos en el momento de la detención y cuando se producen las torturas”, detalló el escrito.
Y continuó: “La víctima que acumula mayor número de tipos de torturas es precisamente un menor detenido con 17 años, Jonathan Torres Farrat, pero los otros tres menores acumulan 14 tipos de tortura (Gabriela Zequeira Hernández) y 8 tipos de tortura (Brandon David Becerra Curbelo y Cristian Enrique Salgado Vivar)”.
Testimonios:
- “Hipertenso, hipertrofia del ventrículo izquierdo del corazón. Sin atención médica alguna”. (Caso de Jonathan Torres Farrat).
- “Le decían negro de mier**”. (Caso de Cristian Enrique Salgado Vivar).
- “Le metieron el dedo en la vagina de cuclillas, casi le violan, tuvo que toser antes de hacer las cuclillas. Demasiadas cosas que le pasó que no superó y no superará”. (Caso de Gabriela Zequeira Hernández).
- “Sacado a interrogatorios periódicamente sin presencia de abogados o tutores, interrumpiéndole el sueño en innumerables ocasiones a pesar de su corta edad”. (Caso de Brandon David Becerra Curbelo).
Jóvenes
Del conjunto de 181 víctimas de torturas y malos tratos estudiados, 22 son jóvenes (el 12%) con 21 o menos años de edad en el momento de la detención y mientras se producen las torturas.
Testimonios:
- “Lo han tenido varias horas esposado con las manos en la espalda. Estando en procesamiento penal lo esposaron de un pie y una mano así por varias horas y lo golpearon varias veces esposado y en la prisión donde se encuentra actualmente fue esposado y tirado contra unos cables de corriente”. (Caso de William Manuel Leyva Pupo).
- “Quemaduras por cigarro en los brazos y golpeado por un instructor”. (Caso de Marcos Antonio Alfonso Breto).
- “De la prisión de Guanajay de máximo rigor lo trasladaron para una prisión en el Cotorro y lo pusieron con los presos comunes un mes y no se sabía dónde estaba porque supuestamente había sido trasladado a La Habana para un hospital, en el cual nunca estuvo”. (Caso de Julián Manuel Mazola Beltrán).
- “Lleva 3 años sin hablar por teléfono con su madre, hermano y familia, tiene la comunicación prohibida”. (Caso de Leandro Cerezo Sirut).
Mujeres
De 181 víctimas de torturas y malos tratos estudiados, 17 son mujeres (el 9%), incluida una mujer trans, dos jóvenes (menores de 21 años) y una menor de 18 años en el momento de la detención y las torturas.
Testimonios:
- “La obligaron a vestirse y pelarse como un hombre a pesar de su condición de trans. La lanzaron escaleras abajo esposada. La golpearon y la pusieron en celda de castigo por 15 días sin agua para bañarse y apenas para tomar”. (Caso de Brenda Díaz García).
- “Sólo faltó la bolsa en la cabeza. Sí, los llevaban sin paradero identificado y estaban desorientados que pensaban que los iban a desaparecer, en pánico estaban con la incertidumbre total mientras los llevaban”. (Caso de Elizabeth Arias García).
- “En dos ocasiones le han obligado a desnudarse, la primera de ellas fue la más agresiva y humillante. Ese día le secuestraron en la vía pública, en la estación policial le llevaron a una habitación en donde dos mujeres, una vestida de civil y otra de militar, le ordenaron desnudarse con la amenaza indirecta de que, si se negaba, lo harían ellas a la fuerza”. (Caso de Camila Acosta Rodríguez).
- “A los siete días su madre recibe una llamada de la cárcel donde le decía que fuera a llevarle ropa y aseo… Era todo un engaño para dejar a su madre presa también, la señora fue expuesta a un fuerte interrogatorio lo cual le produjo varias convulsiones, ya que está operada de un tumor cerebral, sin importar su condición también la ponen en un calabozo, fue liberada sólo a los 8 días”. (Caso de Lázara Karenia González Fernández).
José Daniel Ferrer, máximo objetivo de la represión y tortura del régimen
La víctima con la mayor intensidad de torturas es José Daniel Ferrer García, de 51 años, líder de la UNPACU, que está recibiendo ataques sónicos constantes desde que entró en la prisión de Mar Verde en 2021, a lo que se suman envenenamientos químicos en el agua y comida, y que está encerrado todo ese tiempo aislado, y en una celda de castigo preparada tecnológicamente para estas torturas.
“Su degradación física y psicomotriz es paulatina debido a esta tortura constante destinada a asesinarle lentamente. Sin embargo, sus palabras de aliento, de fuerza recuerdan a mártires con paralelismos muy evidentes con figuras del imaginario colectivo como Gandhi o Jesucristo”, manifestó la ONG.
Nacionalidad de las víctimas
De las 168 víctimas del conjunto de casos tomados aleatoriamente, 164 casos poseen únicamente la ciudadanía cubana, un 98%, mientras que los otros cuatro restantes (2%) ostentan -además de la cubana- la ciudadanía canadiense, española, estadounidense y alemana.
Documentar la tortura en Cuba
En el informe, Prisoners Defenders sostuvo que los nulos mecanismos de reporte de las autoridades sobre los encausados y la prohibida presencia de ONGs internacionales de Derechos Humanos en la isla -e incluso las relatorías de derechos humanos de las Naciones Unidas-, han dificultado la formalización de la denuncia.
“A este contexto adverso se suma un generalizado desconocimiento sobre los Derechos Humanos y lo que la población identifica como ‘tortura’, que, acostumbrada a las constantes violaciones y tratos crueles e inhumanos que las autoridades practican impunemente, han normalizado un cierto grado de represión impensable en países democráticos, siendo muchas veces incapaces de identificar cuando sus derechos están siendo vulnerados de forma grave según la legislación internacional”, manifestó la ONG.
Por último, manifestó que efectuó una investigación sobre el asunto tomando como muestra sólo los casos muy recientes de tortura en la isla, vigentes y muchos aún aconteciendo.
“La información fue extraída directamente de las víctimas, familiares, compañeros presos y/o allegados directos, siendo corroborada y cotejada con las bases de datos de Prisoners Defenders y toda la documental en posesión de esta organización”, concluyó.
Este martes, participaron de la presentación del estudio Dita Charanzová, vicepresidenta del Parlamento Europeo; Leopoldo López Gil, miembro del Parlamento Europeo; Juan Salafranca, secretario general adjunto y director de política exterior del Partido Popular Europeo (PPE); Carlos Sánchez Berzain, director del Interamerican Institute for Democracy; Javier Nart, miembro del Parlamento Europeo; Fernando Almeyda, coordinador jurídico internacional de Prisoners Defenders; y Javier Larrondo, presidente de Prisoners Defenders.
Dita Charanzová indicó que es muy importante que se le siga dando voz a lo que sucede en Cuba. “Con la presentación de este informe, añadimos una prueba más a la lista de graves violaciones a los derechos humanos”, dijo; al tiempo que agregó: “Lo que saca a la luz este documento no nos sorprende lamentablemente”.
“Este estudio saca a la luz de nuevo lo criminal del régimen cubano, que tortura sin piedad a su pueblo por pensar diferente”, subrayó.
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REDACCIÓN: ÁNGELES OCHOA