El síndrome de ovarios poliquísticos (SOP) es un problema frecuente entre adolescentes y mujeres jóvenes, sin embargo, tiene tratamiento eficaz a mediano y largo plazo.
SALUD.– El SOP es una de las afecciones más comunes entre las mujeres en edad reproductiva junto con la endometriosis. Su prevalencia a nivel mundial se estima entre 8 y 18%, variando entre distintas etnias.
No es una enfermedad como tal, se trata de un trastorno hormonal asociado a varias alteraciones como irregularidades menstruales, falta de ovulación y exceso de andrógenos (hormonas masculinas) que provocan acné, aumento de vello en zonas corporales más propias de los varones como la cara, espalda, pecho o zona suprapúbica y pérdida de cabello en la cabeza, así como sobrepeso y obesidad. A su vez, es el responsable del desarrollo de numerosas pequeñas acumulaciones de líquido, comúnmente conocidos como quistes.
Tal y como explica el especialista en Endocrinología y Nutrición del Hospital Ruber Internacional, doctor Gonzalo Martín Peña, los síntomas que caracterizan el SOP no están presentes en todas las mujeres. «La presencia de hirsutismo, acné o alopecia se da solamente en 2/3 de las mujeres, al igual que las alteraciones en la ovulación y solo un tercio presentan obesidad. Por lo tanto, solo una tercera parte de las mujeres con este cuadro presentan todos los síntomas», afirmó Martín Peña.
Según el endocrino, estas pacientes pueden tener, aunque no siempre, aumento de testosterona y otras hormonas masculinas y múltiples quistes en los ovarios detectables mediante ecografía. La presencia de quistes ováricos es más difícil de detectar en adolescentes que en mujeres adultas.
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Aunque en bastantes ocasiones, esta situación se resuelve espontáneamente o las manifestaciones son muy leves, especialistas señalan que a largo plazo puede producir infertilidad, diabetes gestacional, o abortos espontáneos, así como resistencia insulínica, diabetes tipo 2, elevación de triglicéridos, o mayor riesgo cardiovascular y cáncer endometrial, aunque estas dos últimas, la asociación no es tan evidentes.
Parte fundamental del tratamiento es adoptar una alimentación saludable, hacer ejercicio, ya que en las pacientes con sobrepeso es muy importante la pérdida de peso, porque gracias a esto se disminuye la resistencia insulina y puede normalizar la secreción normal del ovario.
La dieta sugerida debe ser baja en azúcares, con abundancia de vegetales frescos, tubérculos y hortalizas, poco o nada de harinas refinadas y cereales, y buen aporte de grasas buenas, como aguacate, aceite de coco, aceite de oliva y pescados azules.
También, la ingesta de pastillas anticonceptivas con el objetivo es regular el período, reducir los niveles de hormonas masculinas y eliminar el acné.
Según la opinión de expertos, la metformina mejora la regularidad de los ciclos, la ovulación y es una ayuda muy importante para la pedida de peso, pero no tiene apenas efecto sobre el acné o el aumento de vello. Además, aseguran que no todas las pacientes con SOP presentan dificultades para quedarse embarazadas, pero si este fuera el caso, hay varios tratamientos que inducen la ovulación y permiten el embarazo en la mayoría de las pacientes.
En el caso del síndrome es clave resaltar la importancia de contar con un diagnóstico y tratamiento tempranos, ya que, si bien no tiene cura como tal, sí es posible controlarlo.
REDACCIÓN: ÁNGELES OCHOA