Todas las mujeres que llegan a los 50 pasan inevitablemente por la menopausia. Los expertos comparten las últimas novedades científicas y las mejores formas de afrontarla. La ciencia ha estado estudiando este fenómeno hormonal que sufren todas las mujeres al alcanzar una mayoría de edad.
Salud. Todas las mujeres que llegan a la mediana edad acaban pasando por la transición hormonal que supone la menopausia. La ciencia mantiene un constante estudio sobre los cambios hormonales que enfrentan las mujeres durante esta fase de sus vidas.
Este importante acontecimiento biológico se ha mantenido en un discreto segundo plano durante mucho tiempo, se lo ha abordado en voz baja o se ha referido al mismo con eufemismos tales como el cambio.
Solo en los últimos años se ha hablado más abiertamente de la menopausia entre las mujeres y los medios de comunicación, explica Nanette Santoro, catedrática de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Colorado e investigadora de la menopausia desde hace mucho tiempo.
ADEMÁS: Estos son los hábitos familiares que fortalecen el sistema inmune en los niños
CONTINÚA LEYENDO: Conoce el vínculo entre el ritmo de las capacidades cerebrales y la edad adulta
Gran parte de lo que se sabe sobre la menopausia procede del Study of Women’s Health Across the Nation (SWAN), una investigación epidemiológica que ha seguido a unas 3000 mujeres en Estados Unidos desde 1994. Es un buen comienzo, pero se necesitan más estudios de cohortes, mucho más amplios, para responder a las muchas preguntas que quedan sin respuesta.
Otras investigaciones han permitido comprender mejor la biología que subyace al principal síntoma de la menopausia: los sofocos. Investigadores de la Universidad de Arizona, la Universidad de Carolina del Norte y otros centros han descubierto que la disminución de estrógenos en el hipotálamo cerebral provoca el agrandamiento de ciertas neuronas, lo que agita secciones de esta región cerebral implicadas en la regulación de la temperatura. Se espera que este importante descubrimiento dé lugar a nuevas terapias específicas no hormonales.
Una niña nace con todos los óvulos que necesitará durante su vida. Alrededor de estos óvulos hay células de la granulosa que producen hormonas, sobre todo estrógenos. En la mediana edad, a medida que los óvulos son menos numerosos y menos viables, disminuye la producción de estrógenos.
Esto, combinado con una menor frecuencia de liberación de óvulos, da lugar a ciclos menstruales irregulares. Cuando varios ciclos se retrasan una semana o más a lo largo de varios meses, se dice que la mujer ha entrado en la perimenopausia.
Esta etapa suele comenzar a mediados de los cuarenta, aunque también puede empezar una década antes o después, y dura entre dos y ocho años. La perimenopausia tardía se produce cuando algunos ciclos se retrasan al menos 60 días. Son los cambios en los niveles hormonales, y no un descenso absoluto, los que provocan los síntomas asociados a la menopausia, afirma Santoro.
La fertilidad disminuye durante esta etapa, aunque la ovulación y el embarazo siguen siendo posibles, según la Sociedad Norteamericana de Menopausia (NAMS), razón por la cual el grupo recomienda el uso continuado de anticonceptivos.
Aunque muchas mujeres etiquetan todo el proceso como menopausia, ese término denota técnicamente el momento en que los niveles de estrógenos han descendido tanto que la ovulación y la menstruación cesan de forma permanente.
REDACCIÓN: NICOLE VARELA
PUEDES LEER: Descubre los seis alimentos que ayudan a mejorar el estado de ánimo