Los médicos aconsejan evitarlo para prevenir los tumores en el colon, este alimento es un acompañante habitual en los desayunos.
Curiosidades. El alimento de desayuno que está asociado al cáncer son la panceta y otras carnes embutidas. Los expertos en oncología advierten que el alto consumo de este tipo de carnes ultraprocesadas, grasosas y muy asadas, pueden favorecer el desarrollo de cáncer de colon.
Asimismo, los hábitos alimentarios cambiaron radicalmente en los últimos 30 años y los especialistas están estudiando el impacto de los alimentos industrializados en el organismo y el desarrollo de cáncer de colon.
En torno a esto, el Profesor de Nutrición y Epidemiología y presidente del departamento de Nutrición de la Escuela T. H. Chan de Salud Pública de la Universidad de Harvard, Frank Hu explicó que hay evidencia que el consumo regular de carnes procesadas es perjudicial para la salud, incluyendo el cáncer colorrectal, la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
“La mayoría de los expertos en salud están de acuerdo en que las carnes procesadas son más dañinas que las carnes no procesadas”, agrego Hu.
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En este sentido, el departamento de Nutrición de la Escuela de Salud de Harvard realizó un estudio en el cual descubrieron que tener una alimentación con alto consumo de carnes rojas y procesadas generan un daño en las células, ya que se produjo una reacción de los compuestos específicos que se producen en el cuerpo después del consumo este tipo de productos industrializados.
También es importante tener en cuenta que un alimento por sí solo no es capaz de desencadenar una enfermedad oncológica de manera causal, pero sí es necesario reducir su consumo al mínimo y, mejor aún, evitarlo, para cuidar la salud.
Los expertos adviertes que el consumo de alcohol desde temprana edad y una alimentación poco saludable son dos de los principales factores que predisponen al desarrollo de cáncer de colon en los adultos jóvenes.
Además, otros factores que aumentan las probabilidades de desarrollar la enfermedad son: baja actividad física, sobrepeso u obesidad, consumo excesivo de carnes rojas procesadas, consumo excesivo de grasas de mala calidad, consumo excesivo de alcohol y alimentación con bajo contenido de fibra dietética funcional.
Visto lo anterior, la Sociedad Americana Contra el Cáncer recomendó que aquellas personas con riesgo promedio, sin antecedentes familiares o que no tienen enfermedad inflamatoria intestinal, ni síndrome de cáncer colorrectal hereditario confirmado o sospechado, realicen una consulta médica periódica e inicien las pruebas de detección de rutina desde los 45 años.
REDACCIÓN: NICOLE VARELA
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