El Bernabéu enloquece con una gesta memorable al levantar una eliminatoria con dos goles de Rodrygo en el 90′ y el 91′. Benzema sella la clasificación para la final de París.
Deportes. Los milagros no se explican, se viven, la trilogía de las remontadas del Real Madrid se cerró con la más difícil de todas, frente a un contrario monumental que estaba clasificado en el minuto 90, dos goles en un minuto increíble, de locura, arrasaron al Manchester City para llegar a la gran final de la Champions, diez minutos después del final no se movía nadie, frotándose los ojos ante lo que acababa de presenciar, un prodigio de fútbol, de carácter, de fe, de calidad y de alma.
Cuesta hablar de fútbol, pero tratemos de explicar lo ocurrido, no se pareció el duelo del Bernabéu al de Mánchester, se esperaban dos equipos abiertos, golpe a golpe, pero ambos priorizaron no cometer errores en el primer tiempo, Ancelotti colocó a Casemiro en el eje y a Valverde como extremo derecho falso, partió desde allí, pero el uruguayo recorrió todo el campo, barriendo todo balón suelto.
El City, que engañó desde el inicio sacando atrás para iniciar desde Ederson, se complicó poquito en cobertura, el meta brasileño buscó las salidas en diagonal, aunque los defensas blancos cerraron bien la escapada a Foden y Mahrez.
En los primeros 45 hubo ocasiones, dos remates de Benzema de inicio, poco precisos, uno solo de cabeza y otro a las nubes con la derecha, ambas nacidas desde banda diestra, donde Valverde y Carvajal parecían firmes, sin embargo, el Madrid sufría por el central diestro, con Militao poco atinado.
En un error en la salida del brasileño que controló De Bruyne, metió en profundidad a Bernardo Silva y el portugués remató duro, en el disparo Courtois, dibujó una parada bestial, el Madrid reaccionó en gran parte gracias a Modric, el croata levantó al estadio en una acción defensiva, tapaonando a De Bruyne, y puso todo el criterio al juego blanco.
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SEGUNDO TIEMPO
Las carreras de Vinicius remataron al tocado Walker, que cayó al verde, aguantó unos minutos, pero acabó siendo sustituido por obligación, Guardiola metió a Zinchenko y cambió de banda a Cancelo, donde es menos efectivo, entonces, Ancelotti busco el efecto Rodrygo, pero llegó el mazazo Gundogan que eludió bien la presión, metió a Bernardo Silva y el portugués hizo magia, controló, atrajo a los centrales y descargó a la derecha, donde Mahrez resolvió con la zurda y un manto de silencio aplastó el Santiago Bernabéu.
Con poco más de un cuarto de hora por delante, el milagro parecía imposible, pero llegó el relevo definitivo, fuera Casemiro y Modric en busca del último arreón.
Pudo acabar el partido Grealish, sustituto de Gabriel Jesus, en dos ocasiones clamorosas, pero Mendy primero y Courtois después hicieron dos milagros.
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EMPATE
Y entonces, cuando el City se veía seguro, cuando Gundogan campaba a sus anchas y Bernardo Silva gobernaba, ocurrió lo inexplicable, primero remachó Rodrygo un gran pase de Benzema, abriendo la puerta al éxtasis madridista.
Goes, nacido para la Champions League, se ancló en el área y desató la locura, con un cabezazo impecable a centro de Carvajal, otra vez como aquel día ante el Moenchengladbach o hace dos meses ante el PSG, el Bernabéu reventó en mil pedazos, levantando la losa que sepultaba a un equipo eterno, el juego se fue al tiempo extra.
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Esta noche no me esperéis despierto.#APorLa14 pic.twitter.com/SEaNFvOUS0
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REMONTADA EN LA PRORROGA
A esas alturas, el Madrid volaba, hinchado por los pulmones de 70.000 seguidores enloquecidos, Vinicius se escapó nada más iniciar y sirvió a Benzema, que no pudo esquinar el remate, la solución llegó por la otra banda, con un desborde de Camavinga que buscó a Benzema y encontró a Ruben Dias, que no midió, penalti clamoroso, entonces Karim, que no había estado súper, cogió la pelota, aguantó la presión y transformó con hielo en las venas.
Courtois tuvo que sacar una mano prodigiosa al filo del descanso, Ceballos entró por Benzema para blindar el centro del campo, y el City buscaba la igualada fiel a su idea, tocando y moviendo la bola, eso sí, cada robo, cada corte madridista levantaba a la grada, enfervorecida.
Una agonía eterna, un centro largo murió en los guantes de Courtois y cerró una hazaña incomparable, para la historia, no traten de entenderlo, es el Madrid, el Rey de Europa, el mejor en la noche más grande jamás contada, que disputará la final de Champions contra el Liverpool el 28 de mayo en el Stade de France.
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