A pocos días de las elecciones generales en nuestro país nos surgen muchas dudas, ¿Será limpio y transparente este proceso?, ¿Será violento?, ¿Podemos tener la certeza de que se respetará la voluntad popular?, ¿Quién ganará?. Todas estas preguntas son validas y de ninguna tenemos una clara respuesta.
La política en nuestro país ha cambiado muchísimo desde hace 12 años atrás, cuando las elecciones eran una fiesta, una competencia sana, la gente ponía stickers en sus carros y llevaba a los niños al centro de votación.
Eso ya no existe, la política pasó de ser una fiesta nacional a ser un juego muy sucio y peligroso. La población general, ha perdido total credibilidad en el proceso de elecciones, en las autoridades y en los candidatos que ofrecen lo mismo en todos los procesos. Todos son “el cambio”…. «El cambio que necesita Honduras»…. Ese eslogan esta más gastado que aguinaldo en diciembre.
No han habido grandes cambios en nuestro país, la pobreza y el desempleo incrementan cada día; son más los que sufren con cada Gobierno que llega. Los que invierten su dinero bien ganado en nuestro país, realmente son héroes nacionales al arriesgarlo en condiciones totalmente desfavorables, batallando con altos impuestos, persecución, tramitología, burocracia, entre otros. Los que se enriquecen al final no son los que invierten y trabajan arduamente, sino los que sin esfuerzo y trabajo lo hacen a través del Gobierno.
Cada vez incrementa aún más el abstencionismo en nuestro país por la simple razón que ya nadie quiere votar por “el menos peor”.
Necesitamos candidatos y/o prospectos con visión, con preparación y sobre todo, con amor a nuestra patria. Necesitamos preparar nuestra gente con educación y habilidades laborales, para que puedan defenderse en la vida y no seguir con la misma metodología del clientelismo político, en el cual prefieren una población pobre y no educada que facilita ganar el voto de ellos con falsas promesas, sándwiches, y bolsas de comida. En palabras más cortas y resumidas, son votos más baratos.
Debemos como población exigir nuestros derechos, en especial los derechos básicos para poder optar a una vida digna, que es lo que todos queremos.
Las autoridades en esta próxima elección deben jugar un papel fundamental en el desarrollo transparente y adecuado del proceso y sobre todo, RESPETAR LA VOLUNTAD DEL PUEBLO. Ya basta de juegos sucios y componendas entre los mismos para conservar sus intereses personales.
Hoy en día sabemos que las elecciones no se ganan con los votos, sino el mero día en las mesas al momento del conteo. Quien tenga mas fuerza ($$$) en la mesa, puede llenar el acta a su antojo sin respetar el resultado real de las personas que fueron a ejercer su derecho ciudadano confiando que su voto sería tomado en cuenta.
Y si no es en la mesa, entonces con la transmisión de resultados también hay problemas y desinformación, después con la llevada de las maletas electorales por el ente armado hasta el sitio asignado por CNE para su conteo, en el cual se pierden urnas o las cambian, y por último, por las famosas “fallas” en el sistema.
No queremos otras elecciones de este tipo, queremos resultados rápidos, confiables y en especial, reales. No queremos pasar 30 días en zozobra sin saber como quedó el resultado. No queremos confrontaciones entre nuestros mismos hermanos hondureños y en especial no queremos muertes. Queremos paz, tranquilidad y confianza.
¿Cuándo existirán esas autoridades que ejercerán su rol patriótico y que quieran cambiar la historia de Honduras?, ¿Cuándo?.
Esperamos que esta elección sea la que marque una diferencia en la historia democrática de nuestro país. Esperamos que el ganador de este proceso sea el pueblo hondureño y no unos pocos con intereses mezquinos y personales. Que el nuevo Gobierno se rodeé de un equipo de personas inteligentes y capaces, que sean honestos, honrados, y trabajadores.
Los funcionarios públicos están para servir a su país y no para servirse de él y convertirse en los nuevos ricos de la sociedad. Se necesitan cambios drásticos en los partidos, se necesitan nuevas caras, nuevas ideas, para ir en la ruta correcta a favor de fortalecer la democracia en Honduras. Que podamos elegir entre varios buenos candidatos y no entre «el menos peor».
Nos queda en esta elección, salir a votar y exigir a las autoridades gubernamentales, al CNE, a las Fuerzas Armadas, que son empleados y servidores del pueblo; que hagan su trabajo para el cual les pagamos con los impuestos de nuestro esfuerzo y que demuestren aunque sea un poco de amor por Honduras.
Como hondureños aspiramos y merecemos un mejor país para todos. Votemos a conciencia, por las mejores mujeres y hombres que van en esas planillas. Pensemos en el presente y en el futuro, pero nunca nos olvidemos del pasado, de los errores que cometimos eligiendo personas que nos fallaron y nos tienen en la miseria que estamos. Seamos inteligentes, por el bien de nuestro país.