Tegucigalpa, Honduras.– Mientras Honduras vive un escalofriante aumento de casos positivos y fallecimientos a causa del coronavirus, las autoridades de la Secretaría de Salud no tienen una idea clara de cuándo y cómo llegará la anhelada vacuna contra el COVID-19 a Honduras.
El tema de la vacunación, se suma a los escándalos de mala gestión e ineficacia por parte de las instituciones que han sido responsables de hacer frente a la pandemia.
En primeras instancias, la presidenta del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), Bessy Alvarado confirmaba que Honduras no tendría acceso a la vacuna contra el COVID-19 que produce la Universidad de Oxford en conjunto con la farmacéutica AstraZeneca debido a que las autoridades competentes no habían firmado el convenio de obtención.
Ante ello, la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, aclaró a través de Radio Cadena Voces: “Honduras obtendrá la vacuna mediante mecanismo COVAX, podemos estar tranquilos”. Sin embargo, las declaraciones vertidas por la titular han quedado como una promesa falsa más para el pueblo hondureño que desesperado busca atención en el precario y saturado sistema de salud.
Mientras autoridades de salud en Honduras no saben que responder ante el constante cuestionamiento sobre la llegada de la vacuna, Costa Rica, también país centroamericano recibió ya su quinto lote de inyectas Pfizer/BioNTech, solicitado por la Caja del Seguro Social, autoridades de salud del país prevén inmunizar a un millón y medio de habitantes a corto plazo.
Por otra parte, Panamá comenzó la jornada masiva de vacunación y El Salvador se prepara con la construcción de 150 módulos de vacunación a nivel nacional que según su presidente Nayib Bukele, el objetivo es “generar rapidez en el esquema de vacunación”.
MIRA: Hospitales Móviles en Honduras siguen sin operar
A pesar de haber figurado en la lista de diez países de América Latina que no pagarán por la vacuna COVID-19, Honduras no logra ver “la luz al final del túnel”, desconociendo o no enterándose de la realidad del atrasado proceso.
Las autoridades encargadas no demuestran interés por la obtención de la vacuna que como objetivo primordial y parte del protocolo internacional es inmunizar al personal de salud que actualmente sigue falleciendo a causa del mortal virus.
La Secretaría de Salud continúa dando largas a un tema tan transcendental como la obtención de la vacuna, responsabilizando a El Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19 (COVAX) y la Alianza para las Vacunas (GAVI), tras la firma de una carta de interés suscrita en el mes de julio 2020 por el presidente de la República.
De acuerdo con informes, a través de este mecanismo, una donación del 20 por ciento de las dosis llegaría al país, mientras que a través del fondo rotatorio se adquirirá otro 20 por ciento, además de 1,4 millones que comprará el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) garantizadas por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), en total Honduras contaría con 9,4 millones de dosis.
Por otra parte, la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), aun desconociendo si vendrá o no vacuna al país ofreció sus instalaciones para brindar la logística, parte importante para la vacunación.
Asimismo, el pueblo hondureño exige se tenga una estrategia funcional para solventar el problema de la vacuna, demandando una planeación eficaz para la obtención de esta misma y se pueda acabar de una vez por todas con el pésimo manejo de la pandemia.
Ha quedado demostrado que instituciones como INVEST-H, con la abominable y asquerosa compra de los hospitales móviles que tendrían como objetivo “quintuplicar” la atención médica y las actitudes negacionistas de autoridades de la Secretaria de Salud son una exposición de la realidad de las instituciones en Honduras, en otras palabras, una burla para los hondureños quienes tenían puesta la esperanza en las entidades de servicio público, con la ilusión de ver sus impuestos retribuidos en obras.
Honduras, considerado como uno de los países con más enredos en relación al manejo de la pandemia, no tiene un panorama claro sobre la llegada de la vacuna, no por culpa de las instituciones, si no por quienes las manejan, mientras tanto, la población seguirá a la espera de no contagiarse de COVID-19 y recibir atención hospitalaria en el estropeado, ineficiente y precario sistema de salud.