San Pedro Sula. Los hondureños damnificados que fueron afectados por el paso de las tormentas tropicales Eta e Iota, tuvieron que pasar año nuevo en los diferentes albergues y otros bajo el puente en construcción del bulevar del Este y la 505 en el puente de Chamelecón.
Tras haber perdido todo, estos compatriotas llevan dos meses desde el pasado noviembre y hasta la fecha todavía no tienen un hogar donde poder vivir, hay alrededor de 3,118 familias en los albergues de San Pedro Sula, y de otras ciudades del Valle de Sula.
Por lo anterior, hay un total de 14,355 personas afectadas entre ellas niños y adultos mayores, según las autoridades de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco), estos hondureños viven en condición de refugio.
Sin embargo, las personas más vulnerables son al menos 350 personas, las que se encuentras viviendo bajo los puentes, a ellos les llueve sobre mojado el impacto que causaron los desastres naturales les ha dejado secuelas graves y en estos dos meses que llevan bajo los puentes has soportado vivir en condiciones fatales.
Las diferentes familias refugiadas debajo los puentes se han bañado con agua de lluvia que cae sobre las carreteras y hacen el baño en las alcantarillas, estas personas viven en condiciones inhumanas y el gobierno no ha llegado a tenderles la mano.
“El gobierno aquí no quiere ayudar en nada, bien pueden dar paraguas, uno con un paragua que le den, ya puede salir adelante, pero, así como estamos ahorita no podemos hacer nada” expresó Alberto López Ocampo uno de los afectados de la colonia Asentamientos Humanos.
Según, las cifras oficiales tras la devastación de Eta e Iota son 4.6 millones de compatriotas que fueron afectados, estas cifras representan la mitad de la población que actualmente en el país son 9.3 millones de habitantes.
Los datos fueron actualizados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), y su equipo de Evaluación y Coordinación de Desastres (UNDAC), entre el pasado 22 de noviembre y 3 de diciembre del 2020, en los 9 departamentos que fueron afectados.
Cabe recordar, que mientras los funcionarios públicos mal gastan el dinero del pueblo realizando compras sobrevaloradas como la de los siete Hospitales Móviles que adquirió la Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), y aún todavía no están en funcionamiento, las personas que perdieron todo, necesitan vivir en mejores condiciones y el gobierno tiene la obligación de velar por el bien de la población, sin embargo, estas personas han quedado en el olvido.
Además: las tormentas Eta e Iota impactaron en el sector del cacao
Las tormentas tropicales, dejaron daños por más de 1,800 millones de dólares en Honduras, reduciendo en un -0.8% el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), en el año 2020, indicó La Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (CEPAL).
“Durante la pandemia se ha visto la peor cara de la corrupción en Honduras, esta ha reflejado el tipo de administración de los funcionarios y un mal uso de los fondos públicos, esto muestra que no hay compromiso por parte de las autoridades” dijo el jefe de Investigación Nacional Anticorrupción (CNA), Odir Fernández.
Por lo anterior, las personas más necesitadas siguen esperando que llegue el gobierno y les apoye con lo básico, las perspectivas son bastante compleja reflejando la vulnerabilidad de los damnificados.