Este domingo se presentaron un grupo de manifestantes en la Plaza Italia, en Santiago, Chile con cacerolazos y banderas, horas antes de que cierren los colegios electorales y empezara el conteo de papeletas del histórico plebiscito sobre una nueva Constitución para Chile.
Los manifestantes se enfrentaron también a las restricciones, ya que desde que en la medianoche del pasado jueves las manifestaciones públicas quedan por ley prohibidas hasta dos horas después del cierre de los colegios electorales.
Por otro lado, unos 14,8 millones de chilenos han votado si quieren o no reemplazar la actual Carta Magna y qué órgano debería redactar el nuevo texto.
«Aquí se gestó el llamado más político de todos: que la dignidad se haga costumbre. Esto que estamos viviendo hoy es gracias a los jóvenesy por eso hemos venido a celebrarlo» mencionó una ciudadana.
La jornada transcurrió en un ambiente decalma generalizaday sin disturbios, marcada por la pandemia y las medidas sanitarias impuestas en los centros de votación.
Las imágenes de ciudadanos aguardando en kilométricas filas para votarindican, según los expertos, que la participación podría ser una de las más altas desde que Chile dejó de tener voluntario en 2012.
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Cabe recordar que las encuestas dan por ganadora la opción de redactar una nueva constitución.
