El Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), ha presentado su informe número 10, “La corrupción en tiempos del COVID-19”, donde aseveran que el equipo usado es un riesgo biológico inminente para pacientes que reciban atención en los mismos.
Además, el CNA lamenta el hecho de que ya han transcurrido cinco meses desde el pago realizado por los hospitales móviles y que dos de ellos, ya en Honduras, todavía no pueden ser utilizados, porque no cuentan con el equipo necesario.
En el informe señalan que de acuerdo con el ingeniero biomédico del CNA, una máquina de anestesia tiene un ventilador en su interior el cual puede ayudar a los pacientes a completar las funciones de inhalación y exhalación, “este dispositivo en general no es igual que un ventilador de UCI, dado que dichas máquinas son diseñadas exclusivamente para cirugías en sala de operaciones, mismas que no cuentan con un sistema que brinda seguridad para mantenerse sin supervisión durante largos periodos de tiempo”, señala el escrito.
Con base en el cuadro comparativo efectuado entre ambos equipos, no se deben utilizar las máquinas de anestesia como sustitución de un ventilador mecánico.
“Las personas contagiadas de COVID-19 en estado crítico pueden estar internadas en sala UCI por semanas para lograr una mejora significativa, debido a que los gases del paciente con una máquina de anestesia son reciclados y se utilizan absorbentes de dióxido de carbono que tienen una vida útil limitada, de lo contrario se cambia la cal y esto puede causar daños al paciente imposibilitando el uso diario del mismo durante semanas”, según informe.
Según hallazgos mostrados en el informe las maquinas que se encuentran en el hospital móvil no se pueden considerar como equipo nuevo, ya que estos aparatos no se encuentran en óptimas condiciones para su puesta en marcha.
“No puede ser utilizado en otro hospital que, si tenga las condiciones para efectuar operaciones, por el hecho de haber sido fabricado desde el 2001”, relata el informe.
Según el CNA este tipo de material contiene un alto nivel de riesgo biológico, debido a que son de segunda mano, generando una exposición a microrganismos que pueden dar lugar a nuevas enfermedades.
“Al carecer, estas unidades, de los ventiladores mecánicos para atender pacientes infectados por COVID-19 que requieran ser ingresados en una UCI, no podrán considerarse aptas para este tipo de personas”, por parte del CNA se sostiene que estos módulos únicamente servirían como salas de triaje moderna.
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En relación con el tema de “llave en mano”, el CNA mostró evidencias, “el hecho de que no haya contrato seguirá generando que el estado de Honduras continúe erogando más fondos para intentar lograr que estas unidades que no son para atender pacientes con COVID-19, puedan ponerse en marcha.
También señalaron, “de la misma manera es alamarmante conocer que ahora la institución a cargo de dicho proceso, únicamente tiene comunicación con el gerente general de la empresa proveedora, y que el intermediario, Axel López, ya no responde por este gran problema que ha ocasionado el perjuicio de las finanzas y la salud pública del Estado de Honduras, después de que el señor Marco Bográn, lo beneficiara con la suma de Lps. 805,171,470.05”, concluyó el amplio informe.
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