Los hijos del expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, fueron capturaron en Guatemala por la Policía Nacional Civil.
Los detenidos son identificados como Luis Enrique y Ricardo Martinelli Linares quienes tienen una orden de detención internacional por lavado de dinero.
El exmandatario panameño fue señalado de blanqueo de capitales en el caso de la constructora Odebrecht.
La información que ha trascendido es que Martinelli negociaba agilización de pagos y trámites burocráticos, acciones compensadas con dinero ilícito por parte de la constructora a través de sus hijos.
Los supuestos montos millonarios pagados involucran a varias personas; también se asegura que, cuando Martinelli era presidente, realizó conversaciones con representantes de la constructora.
Las pruebas documentales y testimoniales en manos de la Fiscalía demuestran que tales diálogos fueron para beneficiar con dinero ilícito la campaña electoral de Cambio Democrático en 2014 y también el exgobernante recibió pagos personales, según medios de Panamá.
Los hijos de Martinelli realizaron cobros por sobornos con el fin de agilizar las transacciones de la construcción de una autopista y el saneamiento de la bahía de Panamá, proyectos realizados por Odebrecht.
Odebrecht, que acordó pagar a Panamá una sanción de US$220 millones y colaborar con la justicia, reconoció haber pagado más de US$50 millones en sobornos desde 2010 a 2014 para hacerse con la adjudicación de contratos.
Guatemala también figura en la lista de la constructora brasileña:
De acuerdo a la investigación del Ministerio Público, la constructora hizo pagos corruptos que suman casi los $439 millones (Q3 mil 292.5 millones) con los cuales aseguraba los proyectos que desarrollaban en los diferentes lugares.
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Entre 2012 y 2015 (bajo la gestión de Otto Pérez Molina) Odebrecht hizo pagos corruptos por $18 millones en Guatemala. La filial de Odebrecht fue contratada por Guatemala para la ampliación a cuatro carriles de la carretera CA-2 Occidente, de Cocales (Escuintla) a Tecún Umán (San Marcos), por la que cobraría $399 millones.