CHINA- China aprobó una controversial ley de seguridad que le otorga nuevos poderes sobre Hong Kong, profundizando los temores por las libertades de la ciudad.
Esta ley penaliza cualquier acto de secesión, subversión, terrorismo o colusión con fuerzas extranjeras, y aunque fue anunciada el mes pasado, hasta el momento no se ha dado a conocer su contenido, ni siquiera miembros del gobierno hongkonés han podido ver el borrador, por lo que se desconoce qué penas impondrá, aunque según medios estatales chinos incluirán la cadena perpetua.
La Oficina de Información del Consejo de Estado de China dijo que realizará una rueda de prensa sobre la ley de seguridad nacional el miércoles por la mañana en Beijing.
La nueva ley fue ampliamente criticada por legisladores de la oposición en Hong Kong, grupos de derechos humanos y políticos de todo el mundo, que temen que con esto se consolide el control directo de Beijing sobre la ciudad semiautónoma.
Muchos se preocupan de que pueda usarse para atacar a disidentes políticos, activistas, abogados de derechos humanos y periodistas en medio de la continua represión del Gobierno central contra la sociedad civil bajo el mando del presidente, Xi Jinping.
Advierten que socavará la independencia judicial de Hong Kong y destruirá las libertades de la ciudad, que incluyen el derecho de reunión, una prensa libre y un poder judicial independiente, derechos que no se disfrutan en China continental.
MIRA: CHINA USARÁ VACUNA EXPERIMENTAL CONTRA EL CORONAVIRUS EN SU EJÉRCITO
La jefa ejecutiva de Hong Kong, Carrie Lam, se negó a comentar sobre el progreso del proyecto de ley en su conferencia de prensa semanal el martes por la mañana, diciendo que sería “inapropiado” responder preguntas mientras la reunión de la APN aún está en sesión.
La aprobación de la ley se produce un día antes del aniversario de la entrega de Hong Kong del dominio colonial británico a China el 1 de julio de 1997, lo que asesta un golpe mortal al régimen de libertades que China se comprometió a garantizar hasta 2,047 en el territorio autónomo.
Esta fecha se ha convertido en un día anual de protestas en la ciudad, sin embargo, la policía ha vetado, por razones de salud pública debido a la pandemia las manifestaciones.
La aprobación de esta ley enfrenta a China con Estados Unidos, la Unión Europea y el Reino Unido, muy críticos con la medida. Washington había advertido que retiraría el estatus especial comercial que concedía a Hong Kong, al considerar que la nueva ley elimina el alto grado de autonomía del enclave acordado entre Pekín y Londres en las negociaciones de traspaso de la soberanía. Inmediatamente después de conocerse la aprobación, ha anunciado que dejará de exportar material de defensa o de uso dual, con posible uso civil o militar, al enclave.
El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, calificó de “deplorable” la decisión y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, afirmó que el bloque estudia con socios internacionales medidas de respuesta. El ministro de Exteriores británico, Dominic Raab, ha reiterado la oferta de pasaportes para los hongkoneses nacidos antes del traspaso de la soberanía y sus familiares. En Tokio, el Gobierno japonés ha calificado la aprobación de la ley como “extremadamente lamentable”.
La polémica medida no solo permitirá las operaciones de los servicios de seguridad chinos en Hong Kong, que establecerán una oficina en el territorio para “supervisar, guiar y apoyar” al Gobierno autónomo. También les concederá jurisdicción sobre “un muy pequeño número de delitos que pongan en peligro la seguridad nacional en determinadas circunstancias”.
La nueva ley, quedará inscrita en un anexo de la miniconstitución hongkonesa y por ello primará sobre otras normas ya existentes en la antigua colonia, borra las fronteras en el principio de la separación de poderes.