El Instituto Nacional Penitenciario (INP) decretó Estado de Emergencia Sanitaria en la cárcel de Támara, Francisco Morazán para evitar contagios por COVID-19 dentro de ese centro penal.
Asimismo, informaron el cierre total del presidio, por lo que no se recibirá el ingreso de privados de libertad provenientes de los diferentes juzgados, así como traslados de otros establecimientos penitenciarios.
Esto, con el fin de garantizar la salud y protección de las 7,157 personas recluidas en ese lugar.
Por otra parte, recomendaron a la junta interventora del INP que de manera urgente habilite un espacio físico con las condiciones requeridas para albergar a los privados de libertad de primer ingreso.
También, instaron a suministrar de agua potable a la población penitenciaria ya que, a falta de ese vital líquido se puede dar un brote de otras enfermedades.
Esta decisión, se da a raíz de que el Sistema Nacional de Gestión de Riesgos (Sinager), confirmó el primer reo con COVID-19 en la Penitenciaría Nacional de Támara.
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