Si alguna vez te has sentido incomodo, ansioso o con miedo al ver una colmena, burbujas, esponjas, o cualquier superficie con un patrón de agujeros o figuras geométricas cercanas podrías tener tripofobia,
La Tripofobia es el miedo o repulsión a las figuras geométricas muy juntas, especialmente hoyos pequeños, aunque también pueden ser rectángulos pequeños o círculos convexos.
Cuando las personas con tripofobia son expuestas a patrones geométricos repetitivos como semilla de loto, panales de abejas, fresas o crustáceos, pueden manifestar síntomas, como:
- Náuseas;
- Temblores;
- Sudoración;
- Asco;
- Llanto;
- Escalofríos;
- Malestar;
- Aumento del ritmo cardíaco;
- Comezón y hormigueo generalizados.
En casos más graves, la persona puede sufrir también ataques de pánico, debido a un nivel extremo de ansiedad.
Los expertos, que intentan dar una explicación a esta curiosa fobia, creen que los patrones visuales que causan esta patología tienen mucho en común con las manchas que muestran en su piel varios animales venenosos como la cobra real, algunas arañas y escorpiones y el pulpo de anillos azules -uno de los animales más mortíferos del mundo.
Este miedo podría, por lo tanto, tener una explicación evolutiva. Estos patrones provocan un rechazo instintivo en algunas personas. Esto es porque comparten rasgos visuales con sus antepasados, que aprendieron a evitar ciertos animales para sobrevivir.
Esta flor de loto puede ser extrañamente hermosa para algunos, pero podría causar un ataque de ansiedad completo a quienes tienen tripofobia. La flor es uno de los desencadenantes más conocidos.
Los panales de abejas son otros desencadenantes comunes.
El término tripofobia se utiliza desde 2009, ya no existe como fobia. No está actualmente reconocida por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales de la Asociación Americana de Psiquiatría. Aunque miles de personas aseguran tener este miedo.