El gobierno de España devolvió por segunda ocasión un lote de pruebas de coronavirus que le encargó a China.
El cargamento de 640.000 tests había sido enviados por la compañía china Shenzhen Bioeasy para reemplazar un primer lote de 58.000 kits, que el gobierno del presidente Pedro Sánchez había considerado demasiado inexactos para ser usados.
Según lo informado por el gobierno español el problema con los kits de pruebas es que no eran lo suficientemente sensibles, por lo que había una posibilidad de que no detectaran el COVID-19 en una persona que ya tenía la infección.
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De acuerdo con el diario El País, Bioeasy envió una muestra de los nuevos kits para que sean analizados en el Instituto de Salud Carlos III de Madrid y resultaron ser defectuosos, lo que llevó a España a cancelar todo el pedido.
En respuesta, Shenzhen Bioeasy expresó que los resultados iniciales incorrectos pueden ser el resultado de una falla en la recolección de muestras o en el uso correcto de los kits, la compañía además agregó que no había comunicado adecuadamente a los clientes cómo usar los kits.
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El ministerio de Sanidad español también confirmó a el diario EL PAÍS que se ha iniciado un expediente de reintegro para recuperar lo que pagó por los test. Aunque no se ha especificado cual fue el costo del encargo a Bioeasy.
España es el tercer país con mayor número de fallecidos por coronavirus. Según datos de la Universidad Johns Hopkins España registra 208,389 contagios y 21,717 muertos por Covid-19.