El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ofreció en una rueda de prensa donde dio el dato del total de fallecidos, que superan los 7.000 en todo el estado, y anunció que se contratarán a empleados de otras funerarias porque ya han colapsado las morgues de la gran cantidad de fallecidos.
Así, en las últimas 24 horas el número de nuevas hospitalizaciones cayó a 200, frente a las más de 1.400 que llegaron a registrarse en algunos días de la semana pasada, mientras que los ingresos en cuidados intensivos fueron 84, cuando en las peores jornadas se acercaron a 400.
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Por último, se refirió a un posible levantamiento de la cuarentena y a los test masivos. “La reapertura será un proceso gradual y todo se reduce a pruebas. Desarrollamos una prueba de anticuerpos, pero necesitamos que el gobierno federal nos ayude. Deben usar la Ley de Producción de Defensa para ampliar rápidamente las pruebas. Si pudiera lo haría”, expresó.
Nueva York ha reducido la cantidad de tiempo que retiene cadáveres no reclamados antes de que sean enterrados en el cementerio público de la ciudad. Según la nueva política, la oficina forense mantendrá los cuerpos almacenados durante solo 14 días antes de que sean enterrados en el cementerio de la Isla Hart.
Normalmente, unos 25 cuerpos a la semana son enterrados en la isla, principalmente para personas cuyas familias no pueden pagar un funeral o que no son reclamados por sus parientes. Sin embargo, en los últimos días y con la pandemia de coronavirus, las operaciones de entierro han aumentado de un día a la semana a cinco días a la semana, con alrededor de 24 entierros cada día, dijo el portavoz Jason Kersten.
Las imágenes aéreas muestran a trabajadores cavando tumbas en la isla, una franja de tierra de acceso restringido a una milla del Bronx que es el lugar de descanso final para más de un millón de neoyorquinos, en su mayoría indigentes.