El presidente nicaragüense hace 42 días estuvo por última vez en un acto público y hace 23 días se le vio en una videoconferencia. No apareció siquiera este viernes en los funerales de un viejo amigo y compañero de lucha, La ausencia de Daniel Ortega este viernes en los funerales de su íntimo amigo, el diputado Jacinto Suárez, avivó los rumores que desde hace un mes circulan sobre la suerte del presidente de Nicaragua.
La última vez que se vio a Daniel Ortega en un acto público fue el 21 de febrero pasado, cuando confirmó en el mando del Ejército al general Julio César Avilés.
A Ortega, de 74 años, no se le ve ni se le oye desde el pasado 12 de marzo cuando participó en una videoconferencia con otros mandatarios centroamericanos para definir estrategias regionales ante el avance del COVID-19. Más aún, desde el 21 de febrero pasado no participa en acto público alguno. Tampoco su esposa Rosario Murillo, quien, sin embargo, todos los días hace un contacto telefónico con los medios de comunicación afines al gobierno.
Las especulaciones en las redes sociales sobre la suerte de Ortega van desde que está guardando una cuarentena severa en su búnker de El Carmen, o que está muy enfermo, posiblemente en Cuba, e, incluso, que podría estar muerto.