El paquete quedó aprobado con 96 votos a favor y ninguno en contra después de varios días de bloqueo por parte de los demócratas, que no estaban de acuerdo en cómo la Casa Blanca pretendía repartir el dinero.
El proyecto pasa ahora a la Cámara de Representantes, que votará el viernes por la mañana a voz alzada “por las opciones de vuelo limitadas (a Washington), miembros que participan de cuarentenas y varios estados con órdenes de quedarse en casa”.
Después pasará a manos del presidente de EEUU, Donald Trump, que ya ha avanzado que lo ratificará de inmediato.
Cuando el Senado aprobó el plan por unanimidad, el país acababa de superar la cifra de mil víctimas mortales de covid-19 con un total de más de 53.000 casos confirmados, según cálculos de la Universidad Johns Hopkins.
McConnell, líder del Partido Republicano en el Senado, describió el paquete como una «Inversión de nivel de tiempos de guerra» para EE.UU.
¿Cómo se pretende repartir el paquete económico de 2 billones de dólares?
La propuesta actual:
- 250.000 millones reservados para pagos directos a individuos y familias
- 350.000 millones en préstamos para pequeñas empresas
- 250.000 millones en beneficios de seguro de desempleo
- 500.000 millones en préstamos para empresas en dificultades.
- Para los hospitales más afectados 130.000 millones
- 150.000 millones para los gobiernos estatales y locales que tienen problemas de efectivo debido a su respuesta para combatir el coronavirus.
Según el plan que se estaba negociando, las personas que ganan US$ 75.000 en ingresos brutos ajustados o menos obtendrían pagos directos de US$ 1.200 cada uno, mientras que parejas casadas que ganan hasta US$ 150.000 recibirán US$ 2.400, y US$ 500 adicionales por cada hijo. El pago se reduciría según los ingresos, reduciéndose por completo en ingresos de US$ 99.000 para solteros y de US$ 198.000 para parejas sin hijos.
Uno de los elementos más disputados ha sido el fondo de 500.000 millones en préstamos para empresas en dificultades, como los sectores de las aerolíneas, el hotelero o el de los cruceros, ya que la Casa Blanca y los republicanos querían que fuese administrado exclusivamente por el Tesoro.
Tras la oposición de los demócratas, finalmente estará sujeto a la supervisión de un inspector independiente, y conlleva condiciones como limitar el salario de los ejecutivos, así como la prohibición de que se usen los fondos de rescate para la recompra de acciones.