El Gran Premio de Australia, primera prueba del Mundial de F1, prevista este domingo, también fue sacudido por el nuevo coronavirus, con la decisión este jueves de la escudería McLaren de retirarse tras constatar el positivo dado por uno de sus miembros.
McLaren, que terminó 4º del Mundial de constructores el año pasado, indicó haber tomado su decisión “por el bienestar no solo de los empleados de McLaren F1 y sus patrocinadores, sino también por el de sus rivales, los aficionados de la Fórmula 1 y del conjunto de sus participantes”.
Los organizadores de la carrera, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y los responsables de las escuderías tuvieron una reunión este jueves para decidir el devenir del Gran Premio y del Mundial tras la decisión de McLaren, indicaron fuentes próximas de los organizadores.
Sin que ninguna decisión haya sido aún comunicada oficialmente, un responsable del circuito indicó a la AFP haber recibido la instrucción de abrir con normalidad las puertas del circuito al público el viernes. Los primeros ensayos libres están previstos el sábado.
Anteriormente, la presencia en Melbourne de los diez equipos de F1, de sus 20 pilotos y de centenares de empleados había suscitado un cierto rechazo, del que dio muestra el séxtuple campeón del mundo y vigente campeón Lewis Hamilton.
“Estoy muy, muy sorprendido de que estemos aquí”, declaró el piloto británico durante una conferencia de prensa. “Está bien que haya carreras automovilísticas, pero para mí es chocante que estemos todos aquí sentados en esta estancia”, lanzó en una conferencia de prensa.
“Veo a la gente ocuparse de sus ocupaciones como si todo fuese normal, pero no es ese el caso”, estimó el piloto de Mercedes, que tratará de conquistar este año un séptimo título mundial, lo que le permitiría empatar con el legendario Michael Schumacher.